3 destinos en México para reavivar el amor en pareja

Como muchos sabemos, México cuenta con muchas opciones de lugares ideales para ser recorridos a pie. También es un país con pueblos y ciudades encantadores, los cuales son perfectos para planear una escapada con la pareja. En esta ocasión te proponemos tres destinos en México que son la mejor opción para disfrutar de pequeños placeres, potenciar los sentidos, atizar fuegos internos y reavivar el amor.

El latir de un solo corazón: Puebla

Puebla es de esos lugares que invitan a reencontrarse; juntos podrán disfrutar de sus calles y plazas caminando de la mano, platicando y, sorbo a sorbo, despacio, construirán recuerdos entrañables. Su excelsa gastronomía les ayudará a enamorarse más.

Sus cómplices: la terraza del Bistro y Vinos, en el Triángulo de las Ánimas (sus especiales “para compartir” son ideales para acercarse más, como los fondues o los rollos de pato), o la terraza del hotel Estrella de Belém, con vista a la pirámide de Cholula. Si son más del tipo relajado, otra opción es el restaurante Abasto de la Calzada Zavaleta, con su carta de platillos españoles. Si quieren, además, respirar arte mientras comparten los alimentos, elijan la terraza del Museo Amparo, el restaurante Barroco del Museo Internacional del Barroco (su chef Alejandro Cuatepotzo fue reconocido como “Rising Star Chef de México” en 2015 en el Festival Wine and Food Festival de Cancún-Riviera Maya) o el 8.30 de Lomas de Angelópolis, donde el arte va hasta tu mesa con una pieza del mes.

Imprescindible: Comprar antigüedades en el Callejón de los Sapos, en la ciudad de Puebla.

Caminos que se juntan: Taxco

Las serpenteantes y blancas calles de esta preciosa ciudad los hará reflexionar cómo, por mucho que se camine, siempre hay un punto para volver a encontrarse.

Sus cómplices: el hotel boutique Pueblo Lindo, con una de las mejores vistas de la ciudad: la parroquia de Santa Prisca y un cielo totalmente estrellado los sorprenderá por la noche; o el hotel De Cantera y Plata, una casa estilo colonial contemporáneo que puede ser su refugio todo un fin de semana y en su tienda pueden comprar joyería de diseñadores exclusivos.

Para comer o cenar un aliado fantástico es El Adobe, a cinco minutos de Santa Prisca, y para desayunar, la terraza Del Ángel Inn donde la especialidad es el aporreado. El rincón más romántico es el callejón Altos de Redondo, donde hay mucho que ver, además, está ahí el pequeño pero lindo hotel Mi Casita, a unos pasos de la plaza central. Y para sentirse aún más en las nubes, hay que dar un paseo en teleférico hasta llegar al Hotel Montetaxco.

Imprescindible: Visitar el Museo de Arte Virreinal de Taxco.

Compartir aventuras: San Cristóbal de las Casas

Es como si alguien hubiera hecho un escenario, ex profeso, para vivir aventuras y a la vez, ir pausadamente. Lo que elijan será perfecto.

Sus cómplices: el Parador San Juan de Dios, una casona colonial del siglo XVI perfectamente restaurada con servicio de spa y preciosos jardines, será su hogar para descansar después de ir al Arcotete, un arco de piedra con cuevas (se dice que un francés se quitó la vida ahí cuando fue rechazado por su amada), donde pueden hacer rapel o tirolesa; será un escenario perfecto para sus fotos en pareja.

Otra aventura: cabalgar de “SanCris” hasta San Juan Chamula; se unirán más al atravesar el bosque y ver los campos sembrados de los chamulas para luego disfrutar del misticismo que envuelve a este pueblo encantador (compra el tour en miescape.mx). A su regreso, les reconfortará una sopa de mejillones (que tiene fama de ser afrodisíaca) en Braso, en el Andador del Carmen. Si quieren halagarse, vayan al Museo del Ámbar y a su tienda; si quieren relajarse, una visita a la Poshería los dejará con la mejor actitud.

Imprescindible: Hacer compras en los andadores turísticos de las calles 20 de Noviembre y Real de Guadalupe en San Cristóbal.